La rodilla es una de las articulaciones más grandes del cuerpo y que más expuesta está, por lo que es la que más lesiones sufre. Las lesiones de rodilla son muy diversas y dependiendo de su gravedad y las zonas afectadas se deberá realizar un tratamiento u otro.
Las lesiones más comunes de rodilla son la rotura de los ligamentos (cruzados anterior y posterior), el desgarro del ligamento o del menisco, la rotura del menisco, una fractura, un esguince o desgaste de la articulación. Como ves, son lesiones muy diferentes y su tratamiento y recuperación también difieren unas de otras.
Síntomas de las lesiones de rodillas
Aunque depende de la gravedad y de la causa de la lesión, los primeros síntomas que se suelen tener cuando hay un problema en la rodilla son:
- Notar rigidez o inflamación.
- Inestabilidad.
- Crujir interno.
- Notar la zona más caliente de lo normal.
- Debilidad o imposibilidad de mantener la rodilla enderezada.
Tratamientos para las lesiones de rodilla más comunes
El profesional responsable será el que decida qué tratamiento se da en función del diagnóstico. Por ello, es importante que cuando se tiene un dolor, o ha habido un golpe o contusión en la zona se acuda a un centro médico, para que el sanitario que corresponda valore el alcance de la lesión y el mejor tratamiento para llevar a cabo.
En el caso de la rotura de ligamentos, se produce cuando se rasga ese tejido que une la tibia con el fémur. Es más habitual que le pase a personas que jueguen al fútbol o el baloncesto porque suele lesionarse cuando se hacen cambios bruscos de dirección e intensidad.
Cuando se rompe el ligamento, los tiempos de recuperación son muy diferentes dependiendo del tratamiento utilizado que, a su vez depende del alcance de la lesión. Lo habitual es que se paute unas semanas de reposo manteniendo la pierna en alto, por encima del corazón, siempre que sea posible. También es preciso aplicar hielo o gel frío de forma periódica a lo largo de la jornada, los tres primeros días.
Hay ocasiones en las que se venda la zona con el fin de comprimir y, si es necesario, no apoyarse y ayudarse de muletas durante la primera semana.
Las lesiones de menisco se producen cuando se gira la rodilla de forma repentina mientras se está cargando peso sobre ella. Se trata de un cartílago gomoso y duro que actúa como amortiguador entre la tibia y el fémur y por ello, estos movimientos provocan su lesión. En estos casos, el reposo y el hielo pueden funcionar para aliviar sobre todo al principio. Los casos más graves se operan,pero es el médico el que decidirá en función de cada caso.
Las fracturas de rodilla han de evaluarse con radiografía para determinar tratamiento, pero si afectan a la articulación, se deben reconstruir para evitar artrosis. En estos vasos a veces se colocan las famosas prótesis de rodilla.
Los desgastes de la articulación suelen relacionarse con dos factores: sobreesfuerzo o sobrepeso. En el primer caso, los pacientes suelen ser deportistas profesionales. Esto hace que a veces haya que pautar tratamientos acelerados para la pronta recuperación. Todo dependerá del nivel de desgaste, la edad del paciente, el estado de los huesos, etc. En el segundo caso, lo mejor es perder peso, ejercitar la zona y ganar masa muscular.
Todas las lesiones de rodilla deben analizarse por un profesional médico, ya que sino se corre el riesgo de padecer afecciones más graves en el futuro.
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