Una fascitis plantar es un tipo de patología degenerativa que afecta al colágeno de las plantas del pie. Este proceso degenerativo provoca que dichas fibras pierdan resistencia y capacidad de aguantar la carga. Es un tipo de dolencia que provoca bastante dolor en el talón del pie, sobre todo en momentos de descanso. Por eso, como parte del tratamiento, existen algunos ejercicios para fascitis plantar que consiguen disminuir el dolor notablemente.
¿Qué tratamiento se aplica?
En nuestra clínica Vitruvio Córdoba estamos acostumbrados a tratar patologías de todo tipo, siendo la fascitis plantar una de las más habituales entre nuestros pacientes. Con esta patología se suelen utilizar todo tipo de tratamientos en los que se aplica un control de cargas. Esto tiene el fin de estimular la creación de colágeno de las fibras de la planta del pie.
A esto, se suelen incorporar otras técnicas como la electrolisis percutánea o infiltraciones ecoguiadas de PRP. No obstante, en los casos más leves no llega a ser necesario gracias a la efectividad y poca agresividad de los ejercicios.
Ejercicios para aliviar el dolor de la fascitis plantar
En Vitruvio Córdoba siempre avisamos al paciente de que los ejercicios no son un tratamiento per sé, sino un complemento que ayuda enormemente a la disminución del dolor y la regeneración del tejido dañado. Por eso, en casos de fascitis más avanzadas, únicamente con la realización de ejercicios no es suficiente y es necesario aplicar un tratamiento extra.
Algunos de los ejercicios más eficaces que solemos recomendar son:
- Con una toalla flexionar los dedos hacia arriba (como queriendo tocar la pantorrilla con ellos) y después ponerse de puntillas en 1 segundo para ir bajando poco a poco en 3 segundos. Realizar sucesivamente
- Estirar la planta del pie con una banda elástica. Se coloca esta justo debajo de los dedos flexionando el pie completo para intentar llegar con la punta de los dedos a la pierna. En todo momento hay que tener la rodilla estirada o casi
- Con un cilindro de goma, una botella de agua o una lata (frías a poder ser) sobre una toalla o esterilla se coloca el pie encima y se va masajeando. El frío puede ayudar con su efecto antiinflamatorio
- Sobre una toalla, se intenta doblar el pie de tal forma que los dedos vayan hacia dentro. Este ejercicio consigue un fortalecimiento del tejido
