La tendinitis aquilea es una lesión que se produce por la sobrecarga del tendón de aquiles, en la que se produce daño en el tendón. Generalmente se produce porque se somete al tendón de Aquiles a una tensión repetitiva y constante. Por tal motivo, es muy frecuente en personas que practican deporte frecuentemente y donde realizan fuerza en el talón. Por ejemplo: atletismo, tenis, baloncesto, baile o esquí, entre otros.
Para diagnosticar la lesión es necesario hacer una exploración física y para cerciorarse, se complementa con ecografía o resonancia magnética. De esta manera, diagnosticando la lesión y su grado se puede aplicar un tratamiento efectivo.
Tratamientos tendinitis aquilea
Dependiendo de la gravedad de la tendinitis se apuesta por un tratamiento u otro. Lo más común es aplicar en un primer momento, un tratamiento conservador. Este consiste en adaptar el calzado, hacer reposo relativo y una adaptación de la actividad.
Dentro de los tratamientos conservadores se encuentran también la administración de medicamentos y la fisioterapia.
En lo que respecta a los medicamentos suelen ser recomendados analgésicos. No obstante, dependiendo de cada caso el médico puede recetar otro tipo de medicamentos que tengan más efectos. Por ejemplo, antiinflamatorios.
La fisioterapia, generalmente se realiza a través de ejercicios, aunque se pueden complementar con plantillas especiales para mejorar la pisada y la tensión que sufre el tendón. Los ejercicios se enfocan en fortalecer el tendón y las estructuras.
Para los casos en el que el tratamiento convencional no funciona, se puede realizar infiltraciones ecoguiadas en la zona. Puede ser plasma enriquecido en plaquetas, electrolisis percutánea intratisular, corticoides en algunos casos o colágeno.
Como última alternativa para curar la tendinitis aquilea en los casos más severos es realizar una intervención quirúrgica. En la medida de lo posible y siempre con autorización del paciente se recomienda la cirugía ecoguiada frente a la convencional por las ventajas que ofrece. Menos complicaciones, no requiere de hospitalización y menos dolorosa, entre otras.